viernes, 20 de noviembre de 2009



 
¿Sabías que… el amor platónico debe su nombre al sistema filosófico fundado por Platón?
             
Platón decía que el verdadero amor es el amor a la sabiduría, al conocimiento. Sostiene que la belleza del cuerpo no se halla en el cuerpo mismo, sino que es la imagen o reflejo de la belleza espiritual, por lo que el alma humana debe aspirar a conocer y amar esa belleza esencial.

Su concepto del amor está fundado en una atracción de tipo homosexual. Para este filósofo las más altas manifestaciones del amor y del afecto se daban sólo entre hombres. Con esto Platón simplemente expresaba el sentir normal de sus contemporáneos, para quienes la mujer era un mero ser físico, sin cualidades psíquicas que la hicieran dignas del amor del hombre.

En definitiva, Platón vio en el amor una fuerza irracional y en esa medida un valor que está por debajo de la esfera de la razón. No conoció, por tanto, el verdadero Amor que está más allá de lo irracional y de lo racional.

Leyendo los diálogos de Platón sobre el amor, nos damos cuenta de que lo que hoy se piensa sobre el amor platónico, es prácticamente diferente a lo que Platón escribió. Hoy día, cuando hablamos de amor platónico nos referimos al amor en la imaginación y en la fantasía que nos proporciona el pensamiento.
¿Sabías que...    Aristóteles decía que "el saber, en las prosperidades sirve de adorno, y en las adversidades de refugio; que los padres que instruyen a sus hijos son preferibles a los que solamente los engendran, pues éstos les dan la vida, pero aquellos la vida feliz"?

¡Vivan los diálogos de Sócrates!


¿Sabías que...    Aristón Argivo, maestro de lucha, por la buena proporción del cuerpo que tenia Platón, le cambió el nombre de Platón por el de Aristocles?
Otros dicen que fue llamado así, porque tenía la frente ancha.


sábado, 14 de noviembre de 2009



¿Sabías que... Tales mientras se ocupaba de la bóveda celeste  mirando a las estrellas cayó en un pozo?Se rió de él entonces una sirvienta, diciéndole que mientras deseaba con toda pasión llegar a conocer las cosas del cielo, le quedaba oculto aquello que estaba ante su nariz y bajo sus pies. “Esta burla viene muy bien a todos aquellos que dedican su vida a la filosofía”, añade Platón